Reservar una hora sin tareas ni objetivos específicos permite que la mente explore ideas sin presión. Este espacio, lejos de ser improductivo, es clave para la creatividad. Al no exigir resultados, el cerebro conecta conceptos de forma espontánea.
Durante este tiempo puedes caminar, escuchar música, dibujar o simplemente pensar. Muchos avances creativos nacen en momentos de aparente ocio. Es cuando el cerebro baja la guardia y deja entrar ideas nuevas.
La creatividad necesita espacio, no solo esfuerzo.
– Por Paco Corral
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