Empezar el día con propósito cambia completamente tu energía y enfoque. No se trata de levantarse a las 5 am ni de hacer ejercicio extremo, sino de crear una rutina corta que prepare tu mente y cuerpo para el día.
Puede incluir tres pasos sencillos: hacer la cama (para tener una primera victoria del día), beber agua (para rehidratar el cuerpo tras el descanso) y revisar tu lista de prioridades. Este tipo de rituales ayudan a establecer orden mental y reducen la ansiedad matutina.
Lo importante es que tu rutina sea tuya: si prefieres leer, meditar o simplemente desayunar con calma, está bien. Lo esencial es que marque el inicio de un día consciente, no caótico.
– Por Paco Corral
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