Las listas como “cosas que puedo controlar”, “qué necesito resolver hoy”, “qué me preocupa pero no depende de mí” funcionan mejor que un diario tradicional cuando necesitas calmar la mente rápidamente. Las listas obligan al cerebro a dividir un problema complejo en partes pequeñas, lo que reduce de inmediato la sensación de abrumamiento.
Además, escribir palabras clave en vez de párrafos disminuye la carga emocional. Tu cerebro interpreta cada ítem como un paso claro y alcanzable, lo que genera control y equilibrio emocional. Es una estrategia usada en terapia breve y en coaching de productividad porque ayuda a pensar con más claridad y sin dramatizar.
– Por Paco Corral
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