Cerrar la semana conscientemente evita que los pendientes se arrastren mentalmente al fin de semana. Un cierre semanal incluye tres pasos: listar lo que quedó hecho, anotar lo que sigue y decidir una prioridad para el lunes.
Este ritual reduce la ansiedad anticipatoria y mejora el descanso, porque tu cerebro sabe que hay un plan. Además, empezar el lunes con claridad eleva la motivación y el enfoque desde el primer momento.
No toma más de 10 minutos y cambia por completo cómo se siente el inicio de la semana.
– Por Paco Corral
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