Muchas veces vivimos el día a día sin detenernos a evaluar qué funciona y qué no en nuestra vida. Programar una “revisión personal” mensual —un momento donde revisas metas, emociones, hábitos, relaciones y finanzas— te permite tomar distancia, analizar objetivamente y decidir hacia dónde quieres ir.
Este hábito ayuda a mantener el foco, detectar hábitos tóxicos o improductivos y reforzar los positivos. También sirve para medir logros, celebrar avances y reajustar objetivos sin que el ritmo diario te arrastre. Es una práctica recomendada por coaches de desarrollo personal porque crea conciencia, disciplina y un sentido de control sobre tu propia vida.
No necesita más de 30 a 45 minutos una vez al mes, pero el impacto en bienestar, claridad mental y motivación puede sentirse durante semanas.
– Por Paco Corral
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