No necesitas una vacaciones de semanas para desconectarte. Los “micro-viajes” —escapadas de un solo día a pueblos cercanos, parques naturales o zonas rurales— son una forma efectiva de romper la rutina, recargar energías y cambiar de aire sin afectar tu presupuesto. Esta modalidad es especialmente útil si tienes poco tiempo libre o responsabilidades que impiden ausentarte muchos días.
Cambiar de escenario aunque sea por unas horas activa tu mente, mejora el estado de ánimo y reduce el estrés. Andar por zonas nuevas estimula la curiosidad, activa la creatividad y te da una sensación concreta de aventura. Además, planear un micro-viaje es más sencillo: no necesitas reservar vuelos ni hotel; con un automóvil, transporte público o un par de horas disponibles puedes lograrlo.
La clave está en ver el descanso como parte de la productividad. Un solo día de desconexión puede renovar tu enfoque, inspirarte y darte perspectiva para volver con ganas a tus responsabilidades. Es una estrategia efectiva de autocuidado moderno.
– Por Paco Corral
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