Si sueles sentir sueño o pesadez después de comer, quizá la solución sea tan simple como salir a caminar. Diversos estudios —entre ellos uno publicado por The Journal of Nutrition— demuestran que una caminata ligera de 10 a 20 minutos después de las comidas ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y mejora la digestión.
Este hábito favorece la circulación, evita la sensación de hinchazón y mantiene activo el metabolismo. Además, caminar después de comer puede prevenir el aumento de peso, ya que el cuerpo usa parte de la glucosa recién ingerida como energía inmediata. Si no tienes tiempo para salir, incluso caminar dentro de la oficina o el hogar ayuda.
Y hay un beneficio más: caminar estimula la liberación de endorfinas, lo que mejora el ánimo y reduce el estrés. Es un gesto pequeño que puede mejorar significativamente tu salud digestiva y emocional. Así que la próxima vez que termines de comer, guarda el celular y sal a dar un paseo. Tu cuerpo lo agradecerá.
– Por Paco Corral
Nos vemos en Giros Puebla de lunes a viernes de 11 am a 1 pm