La música no solo acompaña, también transforma. Escuchar canciones alegres puede elevar los niveles de dopamina y serotonina en el cerebro, generando una sensación de bienestar casi inmediata. Por otro lado, las melodías suaves ayudan a reducir la ansiedad y facilitan la relajación. No es casualidad que muchas terapias utilicen la música como herramienta para mejorar la salud mental.
Además, escuchar música estimula la memoria y la concentración. Muchos estudiantes y profesionales la usan como aliada para rendir mejor, especialmente los géneros instrumentales. La próxima vez que te sientas desmotivado, bastará con poner tu playlist favorita para darle un giro a tu día.
Por Paco Corral
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