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En medio del rugir de motores y kilómetros de asfalto, Ivonne Núñez, una camionera de Ensenada, ha encontrado una misión mucho más dulce que cualquier destino en su GPS: alimentar a los perritos callejeros que encuentra en su camino.
Un video que ya circula en redes muestra a Ivonne haciendo una de sus paradas rutinarias, pero esta vez con un invitado muy especial: un perrito que, al parecer, ya la conoce.
Con la cola moviéndose de la emoción, el pequeño amigo sube al camión, toma su bolsita de croquetas y recibe un hueso sorpresa como premio.
La escena es un recordatorio simple pero poderoso de que la bondad no necesita grandes gestos: basta con detenerse un momento y ofrecer algo de cariño.
Usuarios en redes no han tardado en reaccionar al gesto de Ivonne, aplaudiendo su dedicación y la ternura de aquel perrito que, con un simple movimiento de cola, agradece un acto de generosidad que ilumina incluso los caminos más solitarios.
En un mundo que a veces parece acelerado y egoísta, historias como la de Ivonne y su amigo peludo nos recuerdan que la compasión se encuentra en los detalles más sencillos: un plato de comida, una sonrisa y la constancia de alguien que cree que todos merecen ser vistos y cuidados, sin importar cuántas patas tengan.