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Seis amigos estaban disfrutando del sol y la arena como cualquier día normal en la playa… hasta que a alguien se le ocurrió una idea digna del Antiguo Egipto: ¡fingir que estaban atendiendo a un faraón!
En un acto de creatividad improvisada, construyeron tres mini pirámides de arena y uno de ellos se dejó enterrar mientras dos amigos le proporcionaban aire agitando hojas de palmera como si fueran abanicos reales.
Los tres restantes no se quedaron atrás y se convirtieron en el “entretenimiento del faraón”, bailando con toallas sujetadas al cuerpo como si fueran faldas de las bailarinas del antiguo Egipto.
El resultado: un espectáculo épico, lleno de risas, creatividad y un poco de locura playera que los usuarios de redes no han dejado de compartir.
Algunos comentan que es la prueba de que no se necesita mucho para convertir un día cualquiera en algo totalmente legendario… ¡solo arena, palmeras y amigos que no tienen miedo de hacer el ridículo!