En México y otros países de América Latina, una de las tradiciones más populares para recibir el Año Nuevo es usar ropa interior de colores específicos. De acuerdo con especialistas en cultura popular y antropología social, esta costumbre simboliza deseos y aspiraciones para el ciclo que inicia.
El color rojo suele asociarse con el amor y la pasión; el amarillo, con el dinero y la prosperidad; el verde, con la salud; y el blanco, con la paz y nuevos comienzos. Aunque no existe un respaldo científico, autoridades culturales reconocen esta práctica como una expresión de identidad y creencias populares que se mantienen vivas generación tras generación.
