Después del accidente que ocurrió en el puente de La Concordia en la Ciudad de México, donde una pipa de gas LP se volcó y explotó dejando un saldo al día de 31 fallecidos, el gobierno de México anunció nuevas normas para regular a los vehículos que trasladan gas LP.
Las normas funcionan para los vehículos que transportan el gas desde las refinerías y hasta las plantas o terminales de almacenamiento y para las pipas que hacen la distribución a la última milla. Es una coordinación entre la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Energía; la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente; y la Secretaría de Comunicaciones, Infraestructura y Transporte. En la primera norma se vigilará el cumplimiento de los programas de mantenimiento de las unidades de transporte.
“La norma actual, si bien obliga a contar con programas de mantenimiento a las unidades, no obliga a demostrar su cumplimiento. En las dos normas nuevas, será obligatorio presentar ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, la ASEA, la comprobación del cumplimiento de estos programas de mantenimiento a las unidades a través de un dictamen”, detalló la secretaria de energía, Luz Elena González.
Para incrementar la seguridad y disminuir el riesgo, las dos nuevas normas también exigirán la acreditación de pruebas de seguridad. Si bien, en la norma vigente se obliga a realizar inspecciones visuales externas y pruebas de fugas, no existe la obligación de presentar pruebas de presión de manera periódica, salvo en casos de daños, accidentes o reparaciones de los contenedores y solo con base en los reportes hechos por los propios permisionarios.
“Estas pruebas de presión hidrostática son las pruebas que permiten garantizar que los contenedores de los transportes puedan operar de manera más segura en las condiciones de presión propias de la actividad. Es por esto que en las nuevas dos normas, no sólo se requieren las inspecciones visuales externas, sino también las inspecciones visuales internas de los contenedores de los vehículos y además se obliga a los permisionarios a presentar de forma periódica las pruebas de presión hidrostática de todos los vehículos”.
Además de los vehículos, el gobierno se asegurará de que los conductores estén capacitados.
“Estamos reforzando que los conductores de las unidades tengan la capacitación y formación adecuada, no solo en manejo, sino también en seguridad industrial. La norma actual establece la obligación de contar con programas de capacitación a los operadores de las unidades, pero estos son de forma general y a discrecionalidad de cada empresa. Con estas dos nuevas normas se obliga a que esta capacitación sea forzosamente técnica y práctica y se acredite a través de un estándar de competencia específico”.
Las capacitaciones se realizarán a través del Consejo Nacional de Normalización, Certificación de Competencias Laborales. Finalmente, en las nuevas normas se obliga a contar en las unidades con aditamentos de control de velocidad, los llamados gobernadores de velocidad y con GPS.
Para las unidades con capacidad mayor a 5 mil litros y antigüedad mayor a 10 años, se contarán con cuatro meses para el cumplimiento de las nuevas normas, el resto de las unidades podrán demostrar su cumplimiento durante los siguientes seis meses; y entrar en vigor después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación que será este viernes. La presidenta reiteró la importancia de regular el transporte que traslada materiales peligrosos.
“Antes no había inspección, ahora va a haber inspección. Es decir, se le creía a la empresa de acuerdo con lo que le decía la autoridad, ahora no. Ahora va a haber una inspección. Antes era una inspección visual nada más, ahora no. Ahora se tienen que hacer pruebas (…) Todos los transportes de gas LP van a tener un GPS que ya es obligatorio, pero nadie los monitorea. Entonces, hay obligatoriedad de tener control en la velocidad y un GPS que van a ser monitoreados desde un centro de vigilancia que va a estar en la Secretaría de Energía”.
Se prevé que 35 mil unidades sean impactadas por las nuevas normas.