El secretario de Seguridad Federal, Omar García Harfuch, afirmó que la explosión del fin de semana pasado en Coahuayana, Michoacán, en la que un vehículo detonó frente a las instalaciones de la policía comunitaria, no debe considerarse como un acto de terrorismo y que tampoco tuvo un fin político, ideológico, religioso o social, sino que fue por la disputa de dos carteles rivales.
“No es el primer evento tampoco que se usan explosivos en este año, precisamente en esa zona. Esta es una pugna entre un grupo afín al Cartel Jalisco y a otro grupo que son Carteles Unidos, una pugna de dos de dos personas líderes que están en la zona muy específicos, que fue una pugna entre ellos, no fue un ataque directo a la policía comunitaria que está vinculado con uno de estos líderes”.
El secretario también adelantó que la investigación fue atraída por la Fiscalía General de la República, lo que permitirá abrir nuevas líneas de indagación y realizar peritajes más a fondo. Aunque la único información que se tiene corroborada hasta el momento es que el vehículo que explotó venía de otra entidad.
En la mañanera de este martes también detalló que no se trató de un coche bomba, pues el vehículo no fue abandonado para detonar después.
“Confirmado, la camioneta viene de Colima. Ahorita no se descarta ninguna línea de investigación, además de lo que ya se informó, porque tomemos en cuenta que donde explota la camioneta, arriba iban dos personas, arriba de la camioneta. Entonces también ahorita, ya que lo atrajo la Fiscalía General de la República, se abren nuevas líneas de investigación, se van a hacer otros peritajes, pues para determinar exactamente qué pasó, porque no fue un vehículo, digamos un coche de bomba que hayan dejado y que después haya detonado, si no hay conductores. Hay un conductor y una persona adicional que ingresan, llegan, se estacionan y el vehículo es cuando explota”.
La explosión dejó un saldo de seis fallecidos.
