Ejidos como Unión Miramar, Chapultepec y Cantón Esperanza, ubicadas en la periferia de Tapachula donde la agricultura es la principal fuente de ingresos, luchan por mejorar su camino principal.
Roberto López Pérez, presidente del Consejo de Vigilancia del Ejido Unión Miramar, señaló que, la condición tan deplorable que se encuentra esta vía de acceso, afecta a más de 5 mil personas.
“El camino está muy mal. Hemos intentado repararlo nosotros mismos, pero solo hemos conseguido hacer parches con recursos de las tres comunidades”.
Roberto López Pérez, presidente del Consejo de Vigilancia del Ejido Unión Miramar.

Son aproximadamente 7 kilómetros que requieren atención urgente, pero el ayuntamiento de Tapachula no responde a las solicitudes, y los habitantes son quienes cargan con este gasto.
“Hemos invertido en materiales como asfalto para intentar mejorar la situación del camino. Cada carga de material nos cuesta alrededor de 3,000 pesos, y hemos realizado como 7 y 8 viajes. Todo este dinero ha salido de nuestros propios bolsillos”.
Pero no solo se trata de un problema de infraestructura. La inseguridad es otro factor que agrava la situación.
“El mal estado del camino genera inseguridad. Es un lugar solitario donde los delincuentes pueden interceptar a los que transitan despacio. Ya hemos tenido episodios de este tipo”.

La falta de un camino adecuado también afecta la economía local.
“Nos dedicamos al campo y la situación del camino retrasa la recolección de nuestros cultivos. Esto nos genera más gastos y merma en las ganancias que podríamos obtener”.
A pesar de sus esfuerzos, las comunidades no han recibido el apoyo necesario del municipio, por lo que, están considerando un bloqueo a la carretera costera.
