En la región del Soconusco y la Sierra de Chiapas, los caficultores orgánicos solicitaron a las corporaciones policiacas implementar una estrategia de seguridad integral, especialmente con la llegada de la temporada de cosecha de café.
Jorge Aguilar Reina, director comercial del grupo CASFA Centro Ecológico San Francisco de Asís, destacó, que es urgente vigilar los caminos por donde los caficultores sacan el aromatico grano.
“Hacemos un llamado para que se garanticen medidas de seguridad, ya que hemos visto un aumento en la delincuencia local, especialmente robos en parcelas que afectan directamente a los cafeticultores”.
Jorge Aguilar Reina, director comercial del grupo CASFA.

La cosecha, que se prevé comience a finales de noviembre, representa uno de los periodos más importantes para la economía rural, pero también uno de los más vulnerables debido al aumento en la movilidad de cortadores, transporte del grano y pago de jornales.
“La llegada de la cosecha representa una oportunidad, pero también un riesgo, ya que el flujo de dinero atrae a delincuentes que buscan aprovecharse de los productores”.
La producción de café en Chiapas está en auge, con precios que han subido considerablemente debido a factores externos, como problemas climáticos en Brasil y cambios en el mercado internacional. Sin embargo, este panorama positivo se ve empañado por la falta de protección para los agricultores.
“No solo necesitamos más vigilancia, también es crucial que se mejoren los servicios públicos y la infraestructura rural para que los caficultores puedan trabajar con tranquilidad”, enfatizó Aguilar.
La región del Soconusco aporta más del 40% de la producción de café de Chiapas, siendo una de las zonas con mayor movimiento durante la cosecha. Ante ello, el llamado es a mantener comunicación constante con las autoridades y evitar el manejo de grandes sumas de dinero en efectivo durante los pagos.

Los productores de café no solo enfrentan el desafío de la delincuencia, sino también la falta de apoyo institucional.
“Es fundamental que las autoridades reconozcan nuestra situación y actúen de manera efectiva para garantizar la seguridad en nuestras comunidades. Sin seguridad, no hay desarrollo”.
La llamada de atención de los caficultores es clara: la seguridad y el apoyo gubernamental son esenciales para preservar la producción de café en una región que, a pesar de sus retos, tiene un gran potencial para crecer y prosperar.
