Este 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, fecha instaurada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud con el propósito de visibilizar un problema de salud pública que afecta a millones de personas en el mundo. De acuerdo con cifras de la OMS, cada año más de 700 mil personas pierden la vida por esta causa.
En México, la Secretaría de Salud ha señalado que la atención a la salud mental representa un reto urgente, especialmente entre adolescentes y jóvenes, sectores donde las cifras de intentos de suicidio han mostrado un aumento en los últimos años. Las autoridades destacan la necesidad de fortalecer las redes de apoyo familiar, escolar y comunitario como parte de la prevención.
Diversas instituciones en el país han programado actividades de sensibilización, charlas y brigadas de atención psicológica para orientar a la población. Estas acciones buscan derribar estigmas, promover la detección temprana de señales de riesgo y fomentar la búsqueda de ayuda profesional.
Especialistas advierten que el suicidio es prevenible si existen canales de atención accesibles y una cultura de cuidado de la salud emocional. Recalcan que hablar del tema con responsabilidad permite salvar vidas y refuerza el compromiso social con quienes atraviesan momentos de crisis.