El objetivo del Día de Acción para la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino es concienciar a las personas sobre este tipo de cáncer prevenible, y también exhortar a los gobiernos para que tomen las medidas necesarias para terminar con el cáncer de cuello de útero.
Establecer un Día Mundial para la Eliminación del Cáncer de Cuello Uterino permitiría reunir anualmente la voluntad política y la atención pública. Así como el Día Mundial contra la Poliomielitis o el Día Mundial del Sida han mantenido el foco y el financiamiento, esta conmemoración podría posicionar firmemente al cáncer de cuello uterino en la agenda global de salud.
Todos los países pueden lograr una cobertura de vacunación contra el VPH del 90%, una cobertura de detección del 70% y un acceso del 90% al tratamiento del cáncer y el precáncer de cuello uterino, incluido el acceso a cuidados paliativos.
Para concienciar a las personas y a los gobiernos, durante este día se desarrollan todo tipo de eventos y actividades desde las Américas hasta Europa, África, el sur de Asia y el Pacífico. Los medios de comunicación se hacen eco de esta campaña y los monumentos y edificios se iluminan con el color verde azulado, el color de la concienciación sobre el cáncer de cuello uterino.
En mayo de 2018, el director general de la Organización Mundial de la Salud, el Dr. Tedros hizo una reflexión al respecto para que los países tomaran medidas para terminar con este tipo de cáncer cervicouterino. Según el director de la OMS el mundo ya cuenta con las herramientas necesarias, solo hay que hacerlas accesibles.
En agosto de 2020, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó la Resolución A73/DIV./3 en la que pidió la eliminación del cáncer de cuello uterino y la adopción de una estrategia para lograrlo. El 17 de noviembre de 2020, tras la clausura de la 73.ª Asamblea Mundial de la Salud, la OMS conmemoró este anuncio histórico y lanzó oficialmente la estrategia de eliminación del cáncer de cuello uterino.
La prevención del cáncer de cuello de útero se basa en tres estrategias clave: la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), las pruebas de detección periódicas y los hábitos de salud.
Vacunación contra el VPH: La vacuna contra el VPH es altamente eficaz y protege contra los tipos de virus que son responsables de la mayoría de los casos de cáncer cervical. Se recomienda para niñas y niños a partir de los 12 años y puede administrarse también a adultos jóvenes que no hayan sido vacunados.
Pruebas de detección: Las pruebas de detección, como el Papanicolaou (o citología cervical) y la prueba de VPH, permiten identificar cambios celulares tempranos en el cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer. En muchos países, se recomienda que las mujeres se realicen estas pruebas regularmente a partir de los 25 o 30 años, según las recomendaciones de salud locales.
Hábitos de salud: Adoptar ciertos hábitos saludables también ayuda a reducir el riesgo. Evitar el tabaquismo, usar métodos de barrera como el preservativo para reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual, y mantener un sistema inmunológico fuerte pueden ayudar a prevenir el cáncer cervical. Mantener una comunicación abierta con el médico y seguir los controles recomendados son elementos cruciales en la prevención.
