La alimentación juega un papel decisivo en la salud de las articulaciones. Aunque el cuerpo utiliza la inflamación como un mecanismo natural de defensa, cuando se vuelve crónica puede intensificar el dolor y limitar la movilidad.
Por ello, conocer qué alimentos pueden detonar o empeorar este malestar es clave para quienes viven con artritis, desgaste articular o molestias frecuentes. Estos son los productos que conviene moderar para evitar brotes inflamatorios.
1. Carnes rojas
El consumo elevado de carne roja incrementa los niveles de purinas, que elevan el ácido úrico y pueden detonar inflamación en articulaciones sensibles. Para personas con dolor articular, su ingesta frecuente puede agravar molestias y favorecer episodios de rigidez. Optar por porciones más pequeñas y elegir proteínas más ligeras puede ayudar a disminuir la inflamación.
2. Embutidos y carnes procesadas
Jamón, salchichas, tocino y charcutería combinan sodio, grasas saturadas y aditivos que inflaman los tejidos articulares. También elevan el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con el dolor. Reducir su consumo o reservarlos para ocasiones excepcionales suele marcar una diferencia en la movilidad y el bienestar.
3. Vísceras
Hígado, riñones y otros órganos son muy ricos en purinas, lo que incrementa notablemente el ácido úrico en sangre. Para quienes padecen artritis, gota o inflamación crónica, su abuso puede detonar brotes dolorosos. Consumirlos con moderación ayuda a mantener estables los niveles inflamatorios.
4. Mariscos como mejillones y vieiras
Aunque son nutritivos, algunos mariscos también tienen un alto contenido de purinas. El exceso puede favorecer ataques de inflamación articular, especialmente en personas con predisposición a la gota. Se recomienda variar las fuentes de proteína marina para evitar molestias posteriores.
5. Bebidas alcohólicas, especialmente la cerveza
El alcohol, y en particular la cerveza, dificulta la eliminación del ácido úrico y promueve la inflamación. Esto puede agravar dolores en rodillas, tobillos y manos. Limitar su consumo resulta esencial si se presenta dolor articular recurrente.
6. Refrescos y bebidas azucaradas
Las bebidas con alto contenido de azúcar incrementan marcadamente la inflamación sistémica. Algunos estudios las vinculan con mayor riesgo de artritis reumatoide. Elegir agua, té o infusiones naturales ayuda a reducir estos picos inflamatorios.
7. Dulces y productos con azúcares añadidos
El azúcar refinado dispara los procesos inflamatorios y contribuye a problemas metabólicos que empeoran el dolor articular. Chocolates comerciales, galletas y postres ultraprocesados son especialmente problemáticos. Moderar su ingesta puede mejorar la percepción del dolor y la movilidad.
8. Alimentos altos en gluten
En personas sensibles o con enfermedades inflamatorias, el gluten puede intensificar molestias articulares. Panes, pastas y harinas refinadas tienden a empeorar la inflamación si se consumen en exceso. Optar por versiones integrales o sin gluten puede ser útil para algunos pacientes.
9. Comidas ultraprocesadas y ricas en sodio
Botanas empaquetadas, sopas instantáneas, comida rápida y productos con mucho sodio retienen líquidos y exacerban la inflamación. Esto impacta directamente en quienes viven con dolor articular. Reducir estos alimentos y priorizar opciones frescas puede ayudar a disminuir la rigidez y el malestar general.