Lo que la misión OSIRIS-REx trajo de vuelta a la Tierra en su cápsula tras estar posada sobre el asteroide Bennu podía ser muy enriquecedor, pero la verdad es que ha sobrepasado todas nuestras expectativas. Y es que en el pasado ya nos hemos sorprendido por encontrar agua o carbono en el espacio, pero ahora la NASA ha confirmado que lo que se ha visto en este asteroide: Bennu contiene azúcares esenciales para la vida como la conocemos.
Pero no solo eso, entre los granos de polvo y roca los investigadores se han topado con algo que no esperaban: una sustancia misteriosa que ya han apodado como el ‘chicle espacial’.
El descubrimiento. Tras bastante tiempo analizando los materiales extraídos por esta sonda, finalmente los resultados se han arrojado a un estudio publicado en Nature Geoscience liderado por Yoshihiro Furukawa de la Universidad de Tohoku (Japón) y que sin duda marca un hito en la astrobiología.
De una muestra de apenas 603 miligramos de polvo de Bennu, el equipo consiguió detectar una variedad de azúcares que son biológicamente significativos como por ejemplo la glucosa. Esto marca algo histórico puesto que es la primera vez que se identifica este azúcar que tan bien conocemos en una muestra extraterrestre prístina. Pero no ha sido esto solo lo importante, sino que también se han encontrado muestras de ribosa que es un componente esencial del ARN, que es el encargado de transportar la información genética en los organismos humanos y que sin duda se popularizó durante la pandemia por COVID.
Su importancia. Hasta ahora habíamos visto indicios en meteoritos de estas muestras, pero siempre existía la sombra de la contaminación terrestre al impactar. Ahora esta duda desaparece puesto que las muestras llegaron selladas.
Lo importante sin duda es que la presencia conjunta de estos azúcares sugiere que se sintetizaron mediante procesos abióticos (sin vida) dentro del asteroide, probablemente a través de reacciones químicas en presencia de agua en los albores del sistema solar. Algo que sería fundamental para poder generar vida.
El chicle espacial. Si los azúcares son la noticia científica “dura”, lo que ha capturado casi toda nuestra atención es lo que Danny Glavin, co-investigador de la misión en el Goddard Space Flight Center, describe como “chicle espacial”.
