Con la cercanía de las celebraciones de fin de año, el uso de pirotecnia se incrementa en los hogares, lo que representa un riesgo importante para los menores cuando no existe la debida supervisión. El doctor Roberto Cervera, responsable de Prevención de Accidentes y Seguridad Vial, alertó que las quemaduras son los accidentes más frecuentes en estas fechas y que, en casos graves, el mal manejo de artefactos explosivos puede provocar incluso la pérdida de dedos en niños.
El especialista señaló que estas situaciones ocurren principalmente por tratarse de una práctica tradicional muy arraigada en Yucatán, donde se adquieren fuegos artificiales sin considerar el peligro que implican. Explicó que al decirles a los niños que “solo son luces”, se minimiza el riesgo y se fomenta que con el tiempo busquen artefactos más potentes, como petardos o voladores, sin contar con medidas de seguridad adecuadas.
Asimismo, criticó que los adultos suelen dar malos ejemplos al manipular la pirotecnia de forma incorrecta, incluso sosteniéndola con la mano, cuando debería tratarse siempre como un explosivo capaz de causar daños severos. Recalcó que no se están inculcando hábitos de prevención ni de autocuidado en los menores, lo que incrementa la probabilidad de accidentes.
Finalmente, el doctor Cervera hizo un llamado a sensibilizar a la población para que, de manera gradual, disminuya el uso de pirotecnia y se priorice la seguridad familiar. Reconoció que se trata de una tradición, pero insistió en que debe transformarse, ya que también existen riesgos por el ruido excesivo, capaz de dañar el oído, y por accidentes mayores que pueden evitarse con mayor conciencia y responsabilidad.