De acuerdo a las indicaciones de la Organización de las Naciones Unidas, los efectos de la humanidad sobre el medio ambiente del planeta dependen del número de habitantes, del nivel de consumo de cada persona y de la tecnología utilizada para lograr ese consumo, por lo que, el impacto medioambiental solo puede reducirse modificando uno o varios de estos componentes.
Se sabe que, en los últimos años, el crecimiento de la población en Tapachula, ha incrementado a una velocidad alarmante en las últimas dos décadas, y con ello, el cambio de uso de suelo se ha modificado y con ello, los diferentes tipos flora y fauna han sufrido las consecuencias.
El especialista y técnico académico del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Raúl Cuevas González, mencionó que, el cambio en el uso del suelo es uno de los temas de mayor interés en las disciplinas ambientales y que cualquier acción que realice el hombre como hacer un fraccionamiento u otro asentamiento poblacional repercute en los suelos, lo que implica la falta de recarga hídrica que y en la no recuperación de los mantos acuíferos, por lo que perjudica seriamente varios aspectos eco sistémicos.
Por ello, afirmó que, es fundamental estudiar en detalle los procesos de cambio de uso del suelo, integrando aspectos ecológicos, sociales y económicos en varios niveles que van desde las decisiones de un campesino hasta las políticas económicas implementadas por instituciones gubernamentales.
Puntualizó que hay un sinnúmero de condiciones que se tienen que cuidar al cambiar el uso de suelo por algún asentamiento humano, como hacer casas sustentables, cuidar al máximo los árboles, buscar alternativas de calles, como adoquín o piedra y no depender al cien por ciento de agua entubado sino aprender a captarla para diferentes usos.
