Los fuertes vientos registrados recientemente en el poblado Huapacal segunda sección de Cunduacán dejaron una historia que ha conmovido a la ciudadanía: la de Pablo, un joven de apenas 16 años que vive solo, huérfano de padre y madre, y que ahora enfrenta la difícil tarea de volver a empezar.
Su vivienda de lámina colapsó por la intensidad del viento, perdiendo no solo su techo, sino también las pocas pertenencias que con esfuerzo había reunido: un colchón, una televisión y su ropa.
Créditos: Pablo / Joven que perdió su casa por los vientos de este miércoles en Cunduacán
Vecinos del lugar han comenzado a difundir su caso, apelando al corazón de las personas para que con donaciones de láminas, muebles básicos o ropa se pueda devolver un poco de esperanza a este adolescente que enfrenta la vida en soledad.
Hoy, Pablo duerme prácticamente sin resguardo y pide la solidaridad de la sociedad tabasqueña para poder reconstruir su hogar.