El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, muy común en zonas tropicales, especialmente durante la temporada de lluvias. Aunque muchos casos son leves, los síntomas pueden escalar y poner en riesgo la vida si no se detecta y trata a tiempo.
Los primeros signos incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, malestar detrás de los ojos, dolor muscular y articular, e incluso sarpullido, náuseas o sangrados leves. Estos suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura del mosquito infectado.
Sin embargo, si aparecen señales de alerta como dolor abdominal fuerte, vómitos persistentes, sangrado, o dificultad para respirar, se debe acudir de inmediato al médico, ya que podría tratarse de dengue grave, una complicación potencialmente mortal.
La prevención sigue siendo clave: usar repelente, eliminar criaderos de mosquitos y estar atentos a los síntomas. Ante cualquier sospecha, la detección temprana puede hacer la diferencia.