En México, se ha detectado un brote de la enfermedad de manos, pies y boca, conocida también como el virus Coxsackie, que afecta principalmente a niños pequeños. Esta infección viral, altamente contagiosa, se propaga con facilidad en lugares como escuelas y guarderías, especialmente durante los meses de verano y otoño, cuando los menores son más vulnerables.
Aunque los síntomas suelen ser leves, incluyen fiebre alta, dolor de garganta, sarpullido rojo en manos y pies, llagas en la boca y dificultad para comer. El virus se transmite por contacto directo con secreciones nasales, saliva o heces fecales de personas infectadas, por lo que la prevención se basa en medidas como el lavado frecuente de manos, la desinfección de objetos compartidos y evitar el contacto cercano con personas enfermas.
Aunque generalmente la enfermedad no trae complicaciones graves, puede generar deshidratación si el niño evita beber líquidos por el dolor de garganta. En casos así, es esencial mantener una hidratación adecuada con líquidos fríos y alimentos suaves, además de evitar bebidas ácidas que agraven el malestar.
En todo momento, es fundamental acudir al médico para recibir tratamiento, ya que el uso de antibióticos no es efectivo contra este virus. La educación y las precauciones simples son clave para reducir su propagación y proteger la salud de los más pequeños.