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Velaron a sus muertos en Atzompa, miles de turistas disfrutaron de esta tradición

La tradicional vela en el panteón de Santa María Atzompa, atrajo a miles de turistas locales, nacionales y extranjeros, quienes se sumaron a estos festejos como parte de las tradiciones del Día de Muertos.

Tras haberse ocultado el sol, los pobladores que tienen enterrados a sus familiares en este lugar, acudieron para dar mantenimiento y adornar los sepulcros con velas, flores e incienso, para la convivencia anual entre vivos y muertos.

Las tumbas cobraron vida y se inició la celebración, pues de acuerdo a las creencias, las almas de las personas que ya se adelantaron de este mundo regresan para convivir con sus seres queridos, quienes los reciben con música, sus alimentos preferidos, bebidas y dulces.

Bandas de música amenizaron la noche, pues el ambiente es festivo, muchos aprovecharon para sacar sus mejores pasos y así dar paso a la algarabía de la tradición que se ha convertido en un gran atractivo turístico.

Otras personas se disfrazaron de personajes de la temporada, pero todos estuvieron unidos en un mismo sentimiento, y recordando los mejores momentos que compartieron con sus seres queridos mientras estaban vivos.

Los turistas tomaron fotografías y videos, se sumaron al baile y la festividad, además compartieron alimentos y bebidas, y a pesar del frío, permanecieron en este lugar durante gran parte de la noche.

Los visitantes observaron cómo los locales realizaron actividades de convivencia entorno a los sepulcros, para recordar con música, anécdotas y ofrendas a quienes ya se adelantaron de este mundo.

A varios turistas extranjeros, se les ofreció adornar las tumbas de personas a quienes por alguna razón desconocida, ya no visitan, y se sumaron a las tradiciones esmerándose para que el lugar quedara adornado.

La mayoría de los pobladores amanecieron en el panteón, cenaron y compartieron con familiares las ofrendas que llevaron, pues se tiene la alegría de saber que las almas de sus seres queridos llegan por dos días para convivir.

Sin embargo, siempre llevan su recuerdo, en todo momento, guardado en la mente y en el corazón, hasta el día en que todos se vuelvan a encontrar.