Starbucks confirmó que cerrará alrededor de 185 de sus tiendas en Estados Unidos y eliminará 900 empleos corporativos como parte de una reestructuración estratégica. La empresa busca reducir costos y enfocarse en las ubicaciones más rentables mientras mejora la experiencia para los clientes. El plan, liderado por el CEO Brian Niccol, contempla inversiones de mil millones de dólares para transformar la operación en el país.
Los cierres afectarán principalmente a tiendas con bajo rendimiento financiero o menor afluencia de clientes. La compañía aseguró que los trabajadores despedidos recibirán indemnización y apoyo para la transición laboral. Además, Starbucks planea renovar más de mil tiendas existentes para ofrecer un entorno más moderno y atractivo, adaptándose a las nuevas expectativas de sus consumidores.
Esta decisión se produce después de varios trimestres consecutivos de ventas planas y refleja los retos que enfrenta la compañía ante la competencia creciente en el mercado de café premium. A pesar de las dificultades, Starbucks mantiene el compromiso de fortalecer su presencia y mejorar la experiencia del cliente en las áreas donde opera.