La escritora Beatriz Ramírez Arreola llevó a cabo la presentación editorial de su más reciente libro, El diagnóstico no fue amor, una obra que transforma la experiencia de la enfermedad mental y del desamor en un territorio profundamente poético.
Durante la presentación, Ramírez Arreola compartió que el texto nace de su vivencia con el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), un proceso que, lejos de limitarla, se convirtió en el punto de partida para explorar cómo el dolor puede nombrarse y resignificarse. A través de una narrativa íntima, la autora busca que el lector encuentre en sus páginas un espejo donde lo personal se vuelve colectivo.
El diagnóstico no fue amor invita a mirar de frente las heridas emocionales y a reconocerlas sin temor, con la convicción de que ponerles nombre es también un acto de liberación. La obra plantea que en la fragilidad habita una forma de fortaleza, y que la cicatriz, más que una marca, puede convertirse en impulso para reconstruirse.
El evento reunió a lectores, escritores y especialistas en salud emocional, quienes destacaron el valor de la autora al abrir un diálogo necesario sobre la salud mental desde una perspectiva sensible y literaria.
