En la remota isla de Kolyuchin, ubicada en el Mar de Chukchi, un grupo de osos polares fue observado ocupando una estación científica soviética que permanecía abandonada desde hace tres décadas. El sitio, que alguna vez sirvió para investigaciones en el Ártico, ahora funge como resguardo improvisado para estos grandes depredadores.
Las sorprendentes imágenes fueron capturadas gracias a un dron manejado por el fotógrafo y bloguero de viajes Vadim Makhorov, quien registró a los animales recorriendo los pasillos y habitaciones del complejo. En el material puede apreciarse cómo algunos de los osos miraban con curiosidad al dispositivo volador, mientras que otros reaccionaban con gestos de advertencia para intentar alejarlo.
De acuerdo con especialistas, este tipo de comportamiento refleja la capacidad de la especie para adaptarse a espacios humanos en desuso, sobre todo en regiones donde las condiciones climáticas son extremas y cada refugio puede significar una ventaja para sobrevivir.
Las imágenes, difundidas ampliamente en redes sociales, no solo muestran un fenómeno insólito, sino que también recuerdan los desafíos que enfrentan los osos polares ante el deshielo y los cambios en su hábitat natural.