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La participación de las adelitas, un pilar esencial en el desarrollo de la revolución mexicana

Registros fotográficos y documentales resguardados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirman el papel fundamental que desempeñaron las adelitas en el movimiento revolucionario, una participación que se convirtió en pieza clave para sostener a los ejércitos durante la lucha armada.

Estos documentos muestran que miles de mujeres se integraron a las columnas revolucionarias realizando funciones indispensables como la preparación de alimentos, atención de heridos, distribución de suministros y organización de campamentos. Su trabajo permitió que las tropas mantuvieran movilidad, abastecimiento y continuidad en medio de las marchas y enfrentamientos.

Además del apoyo logístico, numerosas adelitas participaron como mensajeras, cuidadoras de rutas y combatientes en distintos puntos del conflicto. Las imágenes preservadas en los acervos del INAH las retratan portando rifles, cartucheras y equipo de campaña, evidencia directa de que su papel no fue secundario, sino operativo y decisivo.

La importancia de las adelitas radica en que sostuvieron el funcionamiento interno de los contingentes, aseguraron la supervivencia de las tropas y aportaron estabilidad en momentos críticos del avance revolucionario. Su presencia representó fuerza, resiliencia y organización en un movimiento que transformó al país, dejando un legado que hoy se reconoce como parte esencial de la historia mexicana.