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LA ENFERMERA QUE CURA DESDE EL MÁS ALLÁ

En los pasillos silenciosos de algunos hospitales de México, especialmente en el Hospital Juárez de la Ciudad de México, se cuenta la historia de una enfermera que aparece sin aviso, impecable y de mirada serena. Los pacientes aseguran que su uniforme siempre está perfectamente planchado, de ahí su nombre: La Planchada. Muchos afirman haberla visto entrar en las habitaciones durante la noche, aplicar medicamentos o revisar sueros, para luego desaparecer sin dejar rastro, dejando solo una sensación de calma y un alivio inexplicable en los enfermos.

La leyenda dice que en vida fue una enfermera entregada y orgullosa de su labor, que cayó profundamente enamorada de un médico. Sin embargo, aquel amor la traicionó y le rompió el corazón, sumiéndola en una tristeza que la llevó a descuidar su trabajo y, finalmente, a enfermar gravemente. Arrepentida por haber faltado a su deber, su espíritu regresó del más allá para enmendar sus errores, ayudando a los enfermos y cuidando a quienes más lo necesitan, incluso después de la muerte.

Hoy, La Planchada sigue siendo uno de los relatos más conocidos del folclore mexicano. Algunos la ven como un alma en pena que busca redención; otros, como una protectora que nunca dejó su vocación. Lo cierto es que su historia sigue recorriendo los pasillos de los hospitales, recordando que hay promesas —y vocaciones— tan fuertes que ni la muerte puede romper.