Para los integrantes del grupo folclórico “Flor de Maíz”, originario de Tehuacán, recorrer distintos estados de la República Mexicana no solo representa un esfuerzo físico y económico, sino también una experiencia que fortalece su compromiso con la preservación de las danzas tradicionales.
En cada presentación, explicaron, llevan consigo la identidad de su tierra y el orgullo de mostrar a nuevas generaciones la riqueza cultural que guardan los bailes típicos del país. “No es únicamente un espectáculo, es una forma de honrar nuestras raíces y compartirlas con quienes quizá no han tenido la oportunidad de conocerlas”, expresó uno de los jóvenes integrantes.
Para otros miembros, el poder presentarse en plazas públicas es una oportunidad de acercarse directamente con el público y derribar la idea de que el folclor pertenece únicamente a escenarios formales. “La danza vive en cada calle, en cada espacio abierto. Sentimos que el pueblo se identifica más cuando lo hacemos parte de estas presentaciones”, señalaron.
Coincidieron en que, aunque enfrentan retos como la adquisición de vestuarios y el financiamiento de traslados, el valor simbólico de mantener viva la tradición supera las dificultades.