El FBI dio un fuerte golpe a una red internacional de lavado de dinero que, según reportes de medios estadounidenses, estaría vinculada a figuras cercanas al presidente venezolano Nicolás Maduro. La investigación reveló un complejo esquema financiero que operaba entre América Latina, Europa y Estados Unidos, destinado a ocultar el origen ilícito de millones de dólares.
De acuerdo con las autoridades, los implicados usaron empresas fachada, cuentas bancarias extranjeras y transacciones falsas para mover los fondos. Se sospecha que parte del dinero habría terminado en manos de familiares y allegados del gobierno venezolano, lo que refuerza las acusaciones de corrupción que por años han rodeado al régimen de Caracas.
Este operativo internacional no solo evidencia la vigilancia de las agencias estadounidenses sobre los flujos financieros irregulares, sino que también marca un nuevo capítulo en la presión judicial contra funcionarios del entorno chavista, cada vez más señalados por delitos financieros a gran escala.