Skip to content

GARNACHAS QUE SE COMEN CON LOS OJOS

Marchantes, si buscan un rincón donde la tradición se siente en cada mordida, hay que ir a Tlayudas Linda, en el barrio del Laborío. La tía Linda y toda su familia llevan 47 años manteniendo vivo este puesto, donde cada garnacha, tlayuda y antojito istmeño sale con dedicación y sabor de casa.

Mientras platicábamos con ellos y veíamos cómo preparan todo, nos animamos a meternos al ruedo y ayudar un poco. Así, entre risas y consejos de la tía Linda, empezamos a preparar garnachas: seis tortillas fritas, carne molida, cebollita, salsa de tomate y el toque especial del repollo en vinagre. Entre tlayudas, tostadas, empanadas y el pollo garnachero, uno se da cuenta de que aquí cada platillo tiene su historia.

Y cuando llegó la hora de probarlas… uff, marchantes, cada mordida es un viaje: la tortilla crujiente, la carne jugosa, la cebolla que da su sabor y el repollo que remata la combinación. Aquí no hay medias tintas: una garnacha pide otra, y así, entre manos en la cocina y bocados que se van rápido, se vive Oaxaca al Paso, disfrutando del Istmo de principio a fin.