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En San Agustín Etla, muerteros confeccionan trajes de cascabel para el Día de Muertos para mantener viva la cultura

Desde hace ocho años, Vladimir Santiago, muertero de la comunidad se dedica a la elaboración de su propio traje de cascabel de diablo, una vestimenta tradicional utilizada durante las celebraciones del 1 de noviembre. Cada año, invierte aproximadamente tres meses en la confección del traje, aunque el tiempo puede variar según la dedicación y la velocidad de cada persona.

El traje está compuesto principalmente por cascabeles, alambre, tela y herramientas básicas como pinzas para cortar el alambre. El diseño y los materiales dependen del gusto personal y del presupuesto, ya que la elaboración de un traje completo puede costar entre seis mil y diez mil pesos, especialmente si se utilizan cascabeles de mayor calidad para la máscara y el cuerpo del disfraz.

Ante ello, destacó la importancia de mantener viva esta tradición, ya que los trajes de diablo no solo forman parte de la celebración de Día de Muertos, sino que representan un vínculo con la identidad cultural de la comunidad. La transmisión de estas técnicas a las nuevas generaciones refuerza las costumbres y permite que la tradición perdure en el tiempo.

Cada cascabel colocado a mano y cada detalle del traje son un recordatorio de la herencia familiar y comunitaria. La dedicación de los muerteros no solo preserva la tradición de San Agustín Etla, sino que también invita a valorar y reconocer la riqueza cultural de Oaxaca en sus festividades más emblemáticas.