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EL ENCANTO MALDITO DE LA BANDOLERA QUE ACECHA LAS NOCHES DE OAXACA

Cuando cae la noche sobre los cerros de Huajuapan de León, muchos aseguran haber visto una silueta blanca entre el polvo y la neblina. Es la Bandolera, una mujer tan hermosa como temible, cuya figura ha traspasado generaciones en Oaxaca. Dicen que aparece en los caminos solitarios o cerca de los ríos, con el cabello suelto, la piel pálida y una sonrisa que embruja. Los hombres que la siguen, guiados por su belleza, terminan perdiéndose en barrancas o riachuelos sin que nadie vuelva a verlos.

Su historia se remonta a los antiguos relatos de la Mixteca y de pueblos como Miahuatlán, donde algunos la identifican como la Matlazihua, espíritu que castiga a los mujeriegos, borrachos o infieles. La leyenda cuenta que la Bandolera se muestra lavando ropa o peinándose bajo la luna, y cuando un hombre se le acerca, su figura se aleja, atrayéndolo más y más hasta desaparecer entre los huizaches o las sombras del monte. Muchos dicen que lo que sigue es la muerte, y otros que los atrapados quedan atrapados en un hechizo eterno, vagando entre los caminos como almas perdidas.

Pero más allá del miedo, la Bandolera simboliza una advertencia: no todo lo hermoso es bondadoso, ni toda luz proviene del cielo. Su leyenda revive cada Día de Muertos, cuando las almas regresan y las fronteras entre mundos se difuminan. Es entonces cuando los viejos aconsejan no andar solo de noche ni responder a la voz de una mujer desconocida, porque podría no ser de este mundo… sino el eco encantado de la Bandolera.