Cada 20 de noviembre, México vuelve a mirar hacia su pasado para recordar uno de los capítulos más determinantes de su historia: el nacimiento de la Revolución Mexicana. Esta fecha marca el momento en que miles de ciudadanos decidieron levantarse contra un régimen que llevaba más de tres décadas en el poder, impulsados por el cansancio social y el deseo de un país más justo.
Fue en 1910 cuando el llamado de Francisco I. Madero encendió la chispa que transformaría para siempre al país. Hombres y mujeres de distintas regiones se unieron al movimiento, levantando la voz contra la desigualdad y marchando con la esperanza de construir un México distinto. Su valentía abrió la puerta a un periodo turbulento pero indispensable para redefinir los derechos y la democracia nacional.
Con el paso de los años, esta fecha se convirtió no solo en una efeméride, sino en un recordatorio del poder que tiene la gente cuando decide cambiar el rumbo de su historia. Hoy, más de un siglo después, la Revolución Mexicana sigue siendo símbolo de lucha, identidad y transformación, una herencia que permanece viva en la memoria colectiva.
