La llamada depresión blanca es una tristeza que aparece durante las fiestas decembrinas, justo cuando el ambiente social exige alegría y celebración. Esta sensación puede afectar a personas que se sienten emocionalmente desconectadas o abrumadas por las expectativas de fin de año.
Entre las señales más comunes se encuentran el aislamiento, la irritabilidad, la falta de energía y el desinterés por actividades que antes resultaban placenteras. Aunque suele confundirse con cansancio o estrés, reconocerla a tiempo es fundamental.
Para tratarla, especialistas recomiendan reducir la autoexigencia, mantener hábitos saludables y buscar apoyo emocional. Hablar del tema y pedir ayuda profesional puede evitar que esta tristeza temporal se convierta en un problema mayor.
