En un día como hoy de 1914, Venustiano Carranza dio un paso decisivo para el rumbo político del país al emitir el Decreto de Adiciones al Plan de Guadalupe. Este documento se convirtió en una pieza clave de la Revolución Mexicana, pues no solo reafirmaba su lucha contra el régimen usurpador, sino que también colocaba en la mesa los problemas sociales que aquejaban a millones de mexicanos.
Con estas adiciones, Carranza dejó de lado una visión meramente militar y apostó por un proyecto más profundo que buscaba reorganizar al país desde sus bases: reforma agraria, derechos laborales y reconstrucción institucional. Además, abrió la puerta para que el movimiento revolucionario asumiera un compromiso real con las demandas de justicia social que habían encendido el levantamiento armado.
Este decreto se reconoce hoy como uno de los momentos más importantes del periodo revolucionario, pues sentó las bases para transformaciones que terminarían convirtiéndose en parte esencial de la vida constitucional del México moderno. Su impacto se extendió más allá de la lucha armada y dejó huella en la estructura política y social del país.
