Entre flores, agua bendita y muchas sonrisas, familias de distintas regiones llevaron a sus mascotas para recibir la bendición de San Francisco de Asís, patrono de los animales.
Cada año, familias enteras acuden a los templos con sus perros, gatos, aves o incluso borregos y burritos para agradecer, para bendecir y para reconocer a los seres sintientes que forman parte de sus vidas.