Once años han pasado desde aquel momento histórico en que fue reconocida solemnemente la Virgen de Juquila como Reina y Madre de su pueblo.
Hoy, como entonces, los fieles católicos se reunieron en oración, trayendo ofrendas, promesas y agradecimientos a los pies de la Santísima Virgen, cuya presencia se hizo sentir en cada corazón devoto.