Se dice que él puede resolver cualquier causa perdida o incluso aquello que parece imposible.
Con la fe y la esperanza como únicas certezas, miles de personas se dieron cita este martes en el templo de San Hipólito, en el corazón de la Ciudad de México, para venerar a San Judas Tadeo en su día.
Según la tradición católica, San Judas Tadeo fue uno de los apóstoles de Jesucristo. Sin embargo, para los mexicanos su figura trasciende: es el patrono de las causas difíciles y de los casos desesperados.
Cada 28 de octubre, la escena se repite con la misma devoción. Desde distintos rincones de la capital, e incluso desde otros estados del país, llegan fieles con pulseras, estampas e imágenes de yeso del santo. Algunos acuden para pedir ayuda en momentos complicados; otros, para agradecer los milagros recibidos.
“¿Es la primera vez que vienes?- Sí-, ¿Vienes agradecer o encargarle algo? – A encargarle algo. -¿Cómo fue que te nació esta devoción por San Judas? -Por mi familia”, expresó Luis, devoto de San Judas Tadeo.
“También nosotros venimos a agradecer, porque pues también es una tradición… mi hijo que acaba de fallecer también era muy devoto de San Juditas, así es que venimos a seguir con eso”, agregó Leticia Valle, devota de San Judas Tadeo.
Algunos llegan disfrazados; otros portan pulseras, imágenes o veladoras. Hay quienes cargan pesadas figuras de yeso con la imagen del santo, e incluso hay quienes traen objetos en representación de San Judas, botellas de agua bendita o dulces que reparten entre los fieles.
Cada uno, a su manera, acude a este lugar movido por una fe que conmueve y une. Una fe tan grande que los hace dejar por tan solo un día el trabajo, la familia y las obligaciones cotidianas, solo para venir a venerar a su santo este 28 de octubre.
Hay niños, adultos y personas con discapacidad. Todos distintos, pero unidos por algo en común: un milagro, una causa perdida o la esperanza de que lo imposible se vuelva realidad.
