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Uruapan entre el luto y la incertidumbre por su nueva alcaldesa.

A casi una semana del asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, el luto sigue envolviendo a la ciudad. Desde el 1 de noviembre, se han realizado más de diez manifestaciones encabezadas por estudiantes, trabajadores municipales, productores agrícolas y transportistas, todos unidos por una misma causa: exigir justicia y un alto a la violencia.

La tarde del miércoles, el Congreso del Estado nombró oficialmente a Grecia Quiroz García, viuda de Manzo Rodríguez, como presidenta municipal sustituta de Uruapan. La ciudadanía recibió la noticia con sentimientos encontrados: muchos reconocen la entereza y el valor de la nueva alcaldesa, pero lamentan las circunstancias del nombramiento. También expresan preocupación por su seguridad y la de sus hijos, al considerar que la violencia política en el municipio sigue latente.

Respecto al “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia” y el despliegue de nuevos elementos de la Guardia Nacional junto a patrullas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la población se muestra escéptica y decepcionada. Coinciden en que la atención llegó tarde y que resulta doloroso que el asesinato del edil sea el detonante para que las autoridades volteen a ver la crisis de inseguridad que por años afecta a Uruapan.

Hoy, el ambiente en la ciudad es sombrío. Uruapan, golpeada una y otra vez por la violencia, aún conserva la esperanza de que las cosas cambien. Sus calles, llenas de historia, cultura y tradición, guardan el anhelo colectivo de volver a ser un lugar de paz, donde la gente pueda vivir sin miedo y el recuerdo de su alcalde sea símbolo de justicia y dignidad.