La gentrificación en el Centro Histórico de Morelia se ha vuelto un reto creciente, reconoció Gaspar Hernández Razo, titular de la Gerencia del Patrimonio Cultural. Explicó que es un fenómeno internacional que desplaza a habitantes históricos, aunque afirmó que el municipio busca equilibrar el desarrollo con la permanencia de residentes mediante festivales, cultura y proyectos de habitabilidad, que hoy representan la mayoría de las propuestas ante el Consejo Consultivo de Sitios Culturales.
Desde los barrios, la artista visual Alexia Chacón señaló que la vida cotidiana de muchas familias cambió drásticamente. Dijo que el desplazamiento ocurre por razones económicas, políticas y urbanas, pues las casonas antiguas, calles angostas y falta de servicios ya no cubren las necesidades de los hogares actuales, además de la distancia a escuelas y trabajos.
Estos cambios, advirtió, debilitan el tejido social y provocan la desaparición de tradiciones comunitarias. Fiestas patronales, posadas, pastorelas y ritos como la salve, antes centrales en barrios como San José, dejan de realizarse, lo que refleja una pérdida de convivencia entre vecinos.