En la costa michoacana, con y sin apoyos institucionales, la población originaria de esta región mantiene actividades de conservación al medio ambiente y protección a la flora y fauna, ya sea por herencia o decisión propia.
Tal es el caso de Abel Echeverría Ramírez, oriundo de Playa Azul en Lázaro Cárdenas, quien dedica sus horas libres a recolectar huevos de tortugas golfinas y laúd, para posteriormente esperar la eclosión y la liberación de estas especies en el campamento Taracosta de esta localidad.
Asimismo, compartió que, entre su trabajo como pintor y músico local, mantiene un compromiso personal para cuidar la playa en donde la basura que dejan turistas y el saqueo a los nidos de estos reptiles marinos, son los retos constantes a los que se enfrentan los campamentos de tortugas.
Por último, junto a Eduardo Muñoz Reyes, quien funge como uno de los responsables del campamento Taracosta; Abel remarca la importancia del activismo ambiental y la concientización de la población, más allá de esperar apoyos oficiales.
