Se distinguió a la poeta Margarita León por su obra Pothe/Manantial, escrita en su lengua originaria.
El Patio Jacarandas del Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP) se llenó de poesía y sonoridad hñähñu (otomí), durante la entrega del Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas que, en su 18ª edición, distinguió a la poeta Margarita León por su obra Pothe/Manantial, escrita en su lengua originaria. El libro es un conjunto de poemas de largo aliento que evocan la fuerza y la memoria de un manantial.
Conmovida, la autora recibió el galardón, que entrega la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, y resumió la esencia de su trabajo con una frase que marcó la ceremonia: “Pothe es el nombre de mi pueblo, significa ‘manantial’. Este poema es un antihomenaje, un grito desesperado de ‘tenemos que volver a lo nuestro’, a lo espiritual, a lo que nos teje desde adentro, no nada más a lo que nos han dicho que hay que resaltar”.
Durante la ceremonia de premiación, que se realizó el 11 de septiembre de 2025, León explicó que el libro es “un poema de largo, largo suspiro de más de ochenta páginas”. En sus versos entrelaza naturaleza, memoria colectiva y el ciclo de vida y muerte, atravesados por una espiritualidad que recorre cada línea.
Entre imágenes de agua, viento y recuerdo, la autora construye un territorio poético en hñähñu que da cuenta del desgarro y la persistencia de un pueblo: “Un recuerdo se cristaliza en el manantial que cae del cerro del Palmar. Y si el silencio se extingue, ¿qué le quedará a la noche?, ¿dónde posará sus tibias manos, su melancolía?”.
Al leer fragmentos de su obra, León interpretó cantos que evocan las labores comunitarias de su pueblo y explicó su decisión de mantener algunos versos sin traducir: “Quise forzar a los lectores a escuchar la lengua hñähñu tal como es, porque solo así puede respirarse su pensamiento y su sonoridad”.
En palabras de la ganadora
La poeta –integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) desde 2022– recordó que solo tres mujeres han recibido dicha distinción: Natalia Toledo (2004), Sol Ceh Moo (2014) y ahora ella, Margarita León (2025). “Para mí es un orgullo, me llena de satisfacción que nos volteen a ver porque somos un pueblo con una tradición milenaria que ha sido invisibilizada. Me siento dignificada de que se escuche nuestra voz a través de lo que escribo y que las mujeres se sientan identificadas con lo que pienso, que es la voz de nuestras abuelitas y de mi madre en el Mezquital”.
Recordó también el momento de la noticia: “Me recorrió un escalofrío. Postulé en el último día pensando: ‘la mando, a ver qué pasa’. Escuchar que había ganado fue increíble, todavía lo sigo procesando”.
Sobre su proceso creativo, compartió: “Trabajo las imágenes desde el hñähñu y las paso al español, a veces regreso los versos como si los cantara, para mostrar que el pensamiento otomí tiene dimensiones que el español no alcanza. Todo en mi poesía viene de ahí: los cantos, los rezos, las ofrendas. Lo novedoso es la escritura, pero la raíz está en la oralidad. El futuro está en la oralidad: escuchar a las mamás y abuelitas antes de llevarlo a los libros. Primero hablar, luego escribir”.
Al reflexionar sobre el papel de las mujeres en la transmisión de la lengua y la cultura, añadió: “Ocupamos el lugar central, cargamos con el compromiso de enseñar la lengua y cuidar el territorio. Decidir si transmites o no tu idioma a tu hijo es un acto político”.
Voces del jurado y autoridades
Con Pothe/Manantial, es la primera vez que el premio reconoce una obra en hñähñu (otomí del Valle del Mezquital). En la presente edición participaron 55 trabajos: 33 enviados por mujeres y 22 por hombres.
La poeta zapoteca Natalia Toledo, presidenta del jurado y primera mujer en recibir el premio en 2004, subrayó la relevancia de la obra y la urgencia de su publicación impresa: “Por unanimidad elegimos Pothe/Manantial. Para mí representa la poesía contemporánea: escrita por una persona que conoce su cultura, que piensa desde la filosofía de su lengua. Encontramos una voz contundente y muy fuerte. Me da muchísimo gusto que en medio de todas las desgracias sigamos escribiendo poesía, y poesía de esta calidad”.
El escritor tsotsil Mikel Ruiz, ganador del premio en 2023 e integrante del jurado en 2025, destacó el carácter innovador del poemario: “En vez de mostrar culturas peleándose o conflictuándose, Pothe/Manantial logra entretejerlas poéticamente, como si la lengua hñähñu y el español se abrazaran para crear una nueva voz. Esa confluencia abre una veta distinta en la poesía en lenguas mexicanas”.
Por su parte, la directora de Desarrollo Intercultural y Bilingüe en la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, Rocío Minerva Casariego Vázquez, recordó que el premio “es pionero en reconocer la tradición literaria de los pueblos indígenas de México. Estamos empeñados en incorporar cada vez más lenguas y ampliar la participación de mujeres”.
La diputada Amalia López de la Cruz, de origen wixárika, expresó: “Margarita, eres un ejemplo para muchas mujeres de nuestros pueblos originarios que luchamos por conservar nuestra lengua materna. Pido a mis ancestros que tu voz sea nuestra voz y que muchas mujeres indígenas encuentren las huellas que tus pies en el camino van dejando”.
El escritor y director de Plural TV, Mardonio Carballo, celebró la fuerza de las lenguas originarias en espacios públicos: “Me parece muy importante que en estos eventos siempre sea nuestra lengua la que se escuche primero, porque primero llegamos, primero estuvimos y aquí resistimos”. Al cerrar, lanzó un llamado a la acción: “No hay lenguas sin pueblos… los que vamos a salvar la lengua somos nosotros”.
Un reconocimiento histórico
Desde su creación en 1993, el Premio Nezahualcóyotl ha distinguido obras en náhuatl, maya, mazateco, mixteco, ralámuli, wixárika, tsotsil y zapoteco. La estatuilla que se entregó en la edición 18 la elaboraron artesanas y artesanos
chiapanecos: Salma Monserrat Nigenda Díaz, Mónica Berenice Nigenda Díaz, Hugo Alberto Alfaro Hernández, Ileana Guadalupe Hernández Pérez y Aida Pérez Jiménez.
Con la entrega del reconocimiento, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México refrenda su compromiso con la preservación, el fortalecimiento y la difusión de las lenguas originarias, así como con la visibilización del talento literario de las mujeres indígenas en nuestro país.