La muestra revela al artista como un explorador de la ciencia y la naturaleza, más allá del paisaje.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Nacional de Arte (MUNAL), presentan la muestra “José María Velasco. Los apuntes del pintor. A más de cien años de la muerte del artista” (Temascalcingo, Estado de México, 1840 – Tepeyac, Ciudad de México, 1912). La exposición propone nuevas rutas para mirar al artista más allá de su labor como paisajista o docente, pues revela también a un hombre de ciencia y un inquieto explorador de la naturaleza.
Cada obra de la muestra se sostiene en un andamiaje de estudios, cartones, textos, bocetos y dibujos que evidencian su notable capacidad de asombro que, aunque anclada en latitudes predilectas como el Tenayo, el Cerro de Santa Isabel o el Tepeyac, logra captar cielos, luces y horizontes en constante transformación.
Con motivo de su apertura, el jueves 18 de septiembre de 2025, se llevó a cabo el conversatorio “La ciencia y José María Velasco”, con el doctor en historia del arte del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Omar Olivares Sandoval, y el curador de la muestra, Ramón Avendaño Esquivel, durante el cual se destacó la forma en que Velasco articuló arte y conocimiento, al integrar en sus lienzos las exploraciones geológicas, anatómicas y botánicas que definieron el espíritu científico de su época.
Omar Olivares señaló que “la novedad de las vistas abarcadoras del Valle de México, rasgo distintivo de Velasco, se enlaza con una tradición vinculada al conocimiento geológico: no se trata solo de estética, sino de una mirada científica que transformó la manera de concebir el paisaje en México”. A partir de dicha perspectiva, Avendaño Esquivel enfatizó que la exposición traslada esa mirada al presente: “Buscamos provocar al público a descubrir a ese otro Velasco, el menos difundido: no únicamente el pintor de grandes lienzos, sino el artista que se revela en bocetos, estudios y apuntes”.
El conversatorio también abordó los aportes de Velasco a la ciencia. Se recordaron sus investigaciones sobre los ajolotes, publicados en 1879 en la revista La Naturaleza, en las que documentó la transformación de la especie en salamandra: “Recolectó ajolotes del lago de Santa Isabel para provocar la transformación y publicó un estudio que lo situó en el centro del debate internacional sobre evolución y adaptación”, explicó Olivares. Avendaño añadió: “Más adelante el ajolote sería reconocido como Ambystoma velasci, nombre que honra directamente a Velasco, lo que confirma que su legado permanece vivo en la nomenclatura científica de la especie”.
El conversatorio concluyó con la participación de la directora del MUNAL, Mireida Velázquez Torres, quien planteó una pregunta sobre el papel de Velasco en la historia nacional: “¿Cuál es el espíritu que guía a que el gran representante de la pintura mexicana en las exposiciones universales sea Velasco?”. A lo que Olivares respondió que la elección obedecía a una voluntad de armonización: “Su obra conjugaba lo prehispánico y lo moderno, la historia y el presente, la diversidad social y el discurso del progreso”.
La muestra inicia con “una vista del Valle de México desde el Tepeyac, lugar donde residió Velasco y en el que descansan sus restos. Es una obra de su última etapa que recuerda la vitalidad de una carrera prolífica, desde su ingreso a la Academia de San Carlos en 1858 hasta sus últimos días”, comentó Ramón Avendaño Esquivel.
La muestra se organiza en cuatro núcleos temáticos –Homo natura, Cazador de auroras, Entorno mexicano y Orígenes de la vida– desplegados en un gabinete que se conforma por 50 obras, entre estudios anatómicos de su primera etapa, bocetos de las eras geológicas y obras referenciales, así como dibujos, apuntes, litografías, óleos y otros materiales provenientes del Museo Kaluz y de la Academia de San Carlos de la UNAM.
Entre las piezas se encuentran estudios anatómicos de su primera etapa, en los que, además de su interés por las ciencias naturales, se aprecia el conocimiento del cuerpo humano, que adquirió en lecciones con Manuel Carpio, y la influencia académica de Eugenio Landesio, su maestro en la Academia de San Carlos.
También se incluyen bocetos de las eras geológicas, que elaboró para el entonces Instituto Geológico de México (hoy Museo de Geología de la UNAM), así como obras referenciales como La Catedral de Oaxaca, Luz en el cielo (Lumen in coelo) y Vista de Guelatao, entre otras que Velasco supo observar con atención y traducir en pintura, acompañadas de sus apuntes preliminares.
La muestra se enmarca en la exposición internacional “José María Velasco, A View of Mexico”, que se exhibió en la National Gallery de Londres, que convirtió al mexiquense en el primer latinoamericano al que dicha institución dedica una muestra monográfica.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el INBAL invitan al público a descubrir en “José María Velasco. Los apuntes del pintor” un artista que se renueva, que trasciende el lienzo para situarse también en el terreno de la ciencia, la historia y la identidad nacional.
La exposición permanece abierta hasta el 12 de abril de 2026 en el Gabinete del siglo XIX, primer piso del MUNAL (Tacuba 8, colonia Centro Histórico, Ciudad de México), en horario de martes a domingo de 10:00 am a 6:00 pm.