En el tianguis navideño de San Juan de Dios ya se siente el espíritu decembrino… y también los precios bajos, por eso visitamos uno de los puestos con mayor tradición
En cuanto uno pisa el tianguis navideño de San Juan de Dios, el sonido cambia… suenan villancicos, los puestos brillan, y los pasillos parecen un pequeño pueblito de luz. Entre todo ese colorido está el puesto de la señora Rita Isela, un rincón que por 28 años ha encendido la Navidad de miles de familias.
Aquí las luces cuelgan como cascadas que se mueven con el viento. Las lineales de 15 metros cuestan 120 pesos; las de 25 metros, 180. Las de uso rudo, esas que resisten toda la temporada, llegan a los 10 metros por mil 850.
Y si buscamos algo para que Santa encuentre la casa… los inflables se han vuelto el fenómeno del año, desde 500 pesos hasta mil 900, con trineos, castillos y renos enormes que vigilan el pasillo.
Entre risas y el ir y venir de la gente, Rita cuenta que las cascadas para techo son las que vuelan más rápido. Y que esta será la última semana con variedad, porque la próxima comenzará el tradicional “remate navideño”, cuando todo se vende casi al costo.
Su familia completa, hijas, yerno y sobrinos, sostiene este puesto que nació junto con ella, en un tianguis que ya supera el medio siglo de historia.
Así, entre luces, voces y tradición, San Juan de Dios vuelve a brillar como el corazón navideño de Guadalajara
