La organización El Poder del Consumidor (EPC) solicitó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que suspenda y cancele las tradicionales Caravanas Navideñas Coca-Cola, al considerar que podrían incumplir la normativa sanitaria en materia de publicidad dirigida a población infantil.
La agrupación presentó una denuncia formal en la que advierte que estos recorridos festivos —caracterizados por tráileres iluminados, espectáculos móviles y personajes alusivos a la temporada— emplean elementos que atraen directamente a niñas y niños, pese a promocionar productos que portan sellos de advertencia por exceso de azúcares y otros ingredientes.
De acuerdo con EPC, la marca aprovecha símbolos profundamente arraigados en la cultura navideña, como Santa Claus, los osos polares y los árboles decorados, para fortalecer el vínculo emocional con su bebida. Esto, afirman, convierte la caravana en una estrategia publicitaria “altamente persuasiva”, disfrazada de evento familiar.
La organización sostiene que, bajo la apariencia de una celebración comunitaria, la empresa despliega una campaña “agresiva y muy bien diseñada” que busca incrementar el consumo entre menores de edad, un sector especialmente vulnerable a la publicidad.
Cofepris no ha informado aún si iniciará una revisión del evento, que desde hace años forma parte de los actos promocionales de la refresquera durante la temporada decembrina.