Con un bastón en mano y bajo el sol de mediodía, Don Emilio Hernández Gómez recorre las calles de Tuxtla Gutiérrez, en busca de una ayuda solidaria que le permita comer y pagar su renta. A sus 84 años, este hombre originario de Vicente Guerrero vive completamente solo, sin familia que lo respalde, y depende de la caridad para poder sobrevivir día con día.
Don Emilio llegó a Tuxtla desde joven, con la esperanza de construir una vida trabajando. Sin embargo, un accidente lo marcó para siempre, fue atropellado por un vehículo y desde entonces su movilidad se ha visto severamente limitada. Hoy, camina apoyado en un bastón, lo cual no le impide salir diariamente a buscar entre la gente un poco de ayuda.
El dolor de Don Emilio no es solo físico, también es emocional. Perdió a sus hijos hace años y no tiene familiares cercanos que lo acompañen, vive en un cuarto modesto y se abastece de agua por medio de pipas cuando logra pagarlas.
A pesar de todo, Don Emilio no pierde la fe, ni la gratitud de cada una de las personas que se acercan a él para tenderle la mano.