Para pasar la temporada vacacional de fin de año, decenas de familias de Tapachula y comunidades aledañas llenaron los ríos de la región, buscando momentos de esparcimiento en medio de la naturaleza.
Los afluentes como el río mal paso se transformaron en espacios públicos de convivencia, donde risas, juegos y comidas compartidas se entrelazaron en un ambiente de alegría y serán una alternativa para recibir el año nuevo.
El agua fresca que baja de la montaña y la lejanía que tiene este cuerpo de agua de la ciudad, lo hace un atractivo para las familias que buscan un espacio menos concurrido y con la naturaleza a su alrededor.
“Venir acá representa más que una tradición navideñan es una forma de valorar el presente y fortalecer los lazos familiares. Hay que disfrutar el hoy, porque mañana nadie sabe”.
Señaló la falta de promoción turística de estos espacios, pese a la existencia de cascadas y paisajes hay mucha gente local que no los conocen.
Sin embargo, el ambiente de esparcimiento también dio paso a inquietudes relacionadas con la seguridad.
Carlos Flores,quien acudió con sus hijos, consideró necesario reforzar la vigilancia, especialmente en zonas donde se cobra una cuota de acceso.
“Estos recursos deberían reflejarse en mejores condiciones para los visitantes. Si hay cobro, debería haber apoyo de policías o personal de auxilio para brindar mayor tranquilidad”.
Carlos Flores / Visitante. 
Ríos como Manuel Lazos en Tuxtla Chico, el mismo Suchiate, Agua Caliente en Cacahoacán, el río Huehuetan son lugares de esparcimiento para las familias.
Las familias continúan visitando estos lugares valorando la tranquilidad y el significado que representan. También para impulsar la economía de las comunidades y recibir el año nuevo.
Por lo que hicieron un llamado para los días de vacaciones que restan a cuidar y mantener limpios estos atractivos. Al mismo tiempo de pedir a las autoridades de seguridad, realizar patrullajes en estos espacios y no concentrar a las policías en la zona de playas o lugares privados.